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02 abril, 2011

Rusia - España, el comienzo del 'tiki-taka'


26 de junio de 2008. Estadio Hernst Happel de Viena. Semifinales de la Eurocopa. España se enfrentaba a Rusia por segunda vez en el torneo, tras aplastarla en el primer partido de la fase de grupos gracias a un 'hat-trick' de David Villa. Días atrás, el combinado español había superado su particular 'maldición de cuartos' tras superar a Italia en la tanda de penaltis, con una gran actuación de Iker Casillas, y la sensación de que ese año se podía hacer algo grande iba en aumento. Por su parte, Rusia, que se había clasificado por detrás del combinado español en el grupo D,  había apeado a una de las favoritas del torneo, Holanda, con una exhibición de juego liderada por el genio Andrei Arshavin, que se había perdido el primer partido contra España. Luis Aragonés, seleccionador español, señaló que este partido no iba ser igual que el de la fase de grupos. Quizás fue una manera de motivar al equipo.

España salió con su once de gala. Iker Casillas bajo palos, defendido por Carlos Marchena y Carles Puyol en el centro y Sergio Ramos y Joan Capdevila en los laterales. Xavi Hernández y Marcos Senna para disrtribuir el juego en el centro del campo, con Andrés Iniesta y David Silva en las alas. Arriba, la dupla del torneo, Fernando Torres y David Villa. El equipo ruso salió con Akinfeev en el arco, línea de cuatro para Anyukov, Ignashevich, Berezoutski y Zhirkov. En el centro, Semak, Zyryanov, Saenko y Shemsov. Arriba, la calidad rusa, Pavlyuchenko y Arshavin.

España comenzó mandando pronto, con una gran defensa y un bonito juego combinativo. Pero el partido pudo cambiar de rumbo en el minuto 34 de la primera parte. El pichichi del torneo, David Villa, lanzó una falta desde unos 25 metros y su cuádriceps dijo basta. El goleador asturiano, que fué sustituido por Cesc Fábregas, se retiró entre lágrimas del terreno de juego y el equipo pareció contagiarse de ese sentimiento. El equipo ruso intentó aprovechar esa situación, pero primero Casillas y luego un mal control desbarataron las ocasiones de Pavlyuchenko. El partido llegó con 0-0 al descanso.

A la salida de los vestuarios comenzó el recital español. A los cinco minutos, un disparo de Iniesta desde el lateral del área lo desvió Xavi para introducirlo en las mallas. Minutos despúes, tras la entrada de Dani Güiza, el propio delantero aprovecho un magnífico pase de Cesc para superar a Akinfeev con una bonita vaselina. El vendaval español terminó tras otro pase de Cesc, que aprovechó David Silva para anotar con un tiro raso. 0-3 y a la final. Ahí comienza la leyenda.

EL HÉROE: Luis Aragonés, tras ser criticado duramente durante la fase de clasificación, demostró que iba por buen camino e instauró un estilo de juego que nos ha dado un Mundial y una Eurocopa.

EL VILLANO: Andrei Arshavin, tras deslumbrar ante Holanda, no demostró nada en la semifinal, quizás por presión o por cansancio.

0-1, m.50: Xavi; 0-2, m. 71: Güiza; 0-3, m. 81: Silva


Alejandro Díaz

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